Combo de mesa – Orquídea Phalaenopsis en Adoquin de cerámica

Luz: Ubicá la orquídea en un lugar bien iluminado de tu casa. La luz media o brillante de una ventana favorecerá la floración de esta belleza tropical durante largos periodos de tiempo. (Esta orquídea también tolera la luz baja, pero florece mejor cuando la luz es más brillante). Sin embargo, un exceso de luz solar puede ser perjudicial. Ubicá tu planta de forma que esté protegida del sol directo de la tarde, que puede arrasar con las hojas.

Riego: Las orquídeas prefieren la vida en el lado seco, al menos en lo que respecta a sus raíces. (La humedad es otra cosa.) Colocá una Phalaenopsis en corteza de orquídea o en musgo tucumano; si la cultivas en una mezcla/sutrato para macetas, es probable que las raíces se pudran y mueran. Sólo regá la planta cuando la corteza o el musgo en el que está plantada se sequen, aproximadamente cada 10 o 14 días. Dejá que el agua corra por el medio de plantación y salga por los agujeros de drenaje durante un par de minutos cada vez que realices esta tarea.

#FaitfulTip: Recomendable mantenerla en un ambiente húmedo, podes situarla cerca de otras plantas para elevar la humedad ambiental. Alimentá la planta con un abono especial para orquídeas un par de veces en primavera para favorecer la floración . Las orquídeas suelen florecer una vez al año. Después de que las flores se desvanezcan, corte la espiga floral (varilla) en su segundo o tercer nudo y continúe regando y cuidando la orquídea como de costumbre. Lo más probable es que vuelva a florecer al año siguiente.