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Descripción: ¿Te imaginás tener tu propia provence francesa en el corazón de Buenos Aires? Bueno, con la Lavanda eso es posible. Es una planta perenne que se destaca por sus flores de color púrpura intenso y su aroma increíblemente fragante. Es ideal para balcones, terrazas y jardines pequeños. En maceta se comporta muy bien y queda perfecta en borduras.

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Riego: A la Lavanda no le gusta la humedad excesiva, así que con un riego moderado va a estar más que contenta. Asegurate de que el agua drene bien para evitar que sus raíces se pudran.

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Ubicación: A la Lavanda le encanta tomar sol, así que buscale un lugar donde reciba luz directa la mayor parte del día.

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Sustrato: Preferentemente suelto, arenoso y bien drenado. Le va muy bien el sustrato de jardín mezclado con arena de río.

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Fertilización: Un abono orgánico una vez al año será suficiente. Si querés darle un extra de nutrientes, podés agregar un poco de compost en la superficie del sustrato.

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FaitfulTip: Si querés disfrutar al máximo de su aroma, ubicála en un lugar de paso, cerca de una ventana o en la entrada de tu casa. Al rozarla, liberará su fragancia. Además, la lavanda atrae polinizadores como abejas y mariposas, así que estarías ayudando al ecosistema. Ah, y no te olvides de que es una planta que repele naturalmente a los mosquitos.